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LA CULPA

Hannane Makrani y Cinthia Alvado

Ante tales acontecimientos Edipo decide hacer justicia sobre si mismo y decide desterrarse de Tebas, pero antes su culpabilidad es tanta que decide cegarse para no ver aquello de lo que él ha sido causa: el sufrimiento de su pueblo, el suicidio de su esposa y madre y el rechazo al que condena a sus hijos. De este modo Edipo se revienta los ojos usando dos broches que quita del cabello de su esposa y madre, quedando permanentemente ciego y dispuesto a asumir su completa y total culpabilidad ante los hechos acontecidos.

Es por eso que Edipo descubre ser hijo adoptivo, pero el personaje tratando de evitar su destino y huyendo de él, lo único que hace es provocar que suceda. Él quiso evitar el destino que le había sido asignado.

Crearnos nuestra felicidad, ya que la felicidad no existe, puesto que a todo el mundo le falta alguna cosa. Por otra parte nos está diciendo que la persona más “feliz” de este mundo puede pasar a ser la más desgraciada de este mundo, como le pasó a Edipo.

Aunque a los hijos se nos pegan cosas de los padres de las que no tenemos ninguna culpa.  Edipo sufre por culpa de sus padres, los cuales estaban avisados por Apolo de que si concebían a un hijo pasarían un futuro espantoso, ya que mataría a su padre y se casaría con su madre y también se acostaría con ella.

Layo y su esposa eran estériles y no podían engendrar, pero querían un hijo. Tras la advertencia de Apolo decidieron tenerlo. Edipo no tiene ninguna culpa de que sus padres fueran imprudentes y no se merece ese castigo. Edipo se siente subjetivamente culpable, ya que él no había cometido ningún error.

El tema que  engloba casi toda la historia, o sea, si Edipo es culpable de lo que hicieron sus padres, los errores los tienen que rectificar aquellos que los hicieron, ni el hijo, ni el nieto, ni el amigo ni nadie pueden ser inculpados  de una culpa que no han cometido.


 

Se casó con Yocasta, no porque la eligió como esposa, sino como premio por haber descifrado exitosamente el acertijo de la esfinge. Por otro tanto no se consideraría culpable por haberse casado conscientemente con su madre pero de todas formas son sus actos realizados y por esto él se considera culpable, como él dijo: “Yo mismo me causé tal maldición”. En esta situación es inocente y culpable a la vez como en el asesinato de su padre, Edipo se casó con una mujer pero sin saber que era su madre. Suceso que no quita la culpabilidad. En el caso del asesinato del padre, el personaje principal mató a su padre sin saber que era su confidente, pero de todas maneras es culpable de haber matado a un hombre inocente. Es más, por el simple hecho de su acción que por haber matado a su padre.

Por otra parte Edipo también se siente culpable por haber tenido hijos con su madre porque al mismo tiempo son sus hermanos, y por eso abandona la ciudad para no poder volver a verlos, ya que no quiere causarles problemas por el simple hecho de ser padre y al mismo tiempo hermanos.

En nuestra opinión, creemos en general que no tiene por qué tener la culpa el uno y el otro, por el simple hecho de que  ninguno de los sabían qué iba a pasar, ya que todo está escrito en el destino.

Una gran parte de la culpa la tiene Yocasta y Layo (sus padres) que decidieron tener a Edipo estando advertidos por el oráculo y no tiene por qué pagarlo todo Edipo, ya que él no sabía nada, ni él ni el restante. Sus padres jugaron con el destino, porque después de tenerlo ordenaron que lo abandonaran en el bosque, pero después de tanto tiempo el destino les ha devuelto su recompensa.

No es justo que Edipo mate a un hombre por el simple hecho de ir por el camino. Pero después sí que se siente culpable cuando se entera de que es sus padres. No debería actuar de esa manera, ya que se tiene que sentir culpable por su acción, no por lo que es. Por otra parte también está el tema de Yocasta, su madre y esposa. No nos parece coherente con los hechos que han cometido sin saber lo que realmente eran, porque no es necesario actuar de esa manera. Yocasta no sabía que era su hijo pero cuando se enteró tampoco era motivo para suicidarse, ni Edipo cegarse de esa forma tan extravagante y exagerada. Pensamos que ninguna de los dos tienen la culpa, el destino no se puede elegir ni se podrá elegir. Deberían haber pensado antes que actuar. De los errores se aprende.

En definitiva, esta historia nos enseña que debemos saber perdonar antes de cometer locuras. No se puede jugar con el destino.

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