EL DESTINO

Anaïs Picó Gisbert

El destino. Para los griegos existían leyes (eternas, todopoderosas) que hablaban del futuro y no podían ser quebrantadas. Estos creían que ya estaba escrito el destino. En el Monte Olimpo, donde vivían los dioses, movían los hilos para así tener el destino escrito. 

La tragedia esá fuertemente atravesada por el tema del destino. Aunque no para representar la impotencia e imposibilidad de escapar al destino ya escrito, el no poder hacer nada ante eso o el castigo ante querer escapar.
En la obra, lo que intenta el protagonista es cambiar ese destino. Como bien sabemos la obra está ambientada en la Grecia Antigua. En esta época,los griegos, para saber su destino iban al llamado “Oráculo de Delfos”; esto era un lugar de consulta a los dioses, en el templo sagrado dedicado, principalmente, al Dios Apolo. 

Edipo, al conocer su destino, toma decisiones que no le son impuestas, él va a Delfos para conocer la verdad sobre sus padres pero en cambio se entera de un destino horrible que le dice el oráculo y del cual él no sabía nada.  Y es por eso que, ante esto, no continúa con la búsqueda de la verdad que fue a buscar originariamente sino que actúa impulsivamente en concordancia con la personalidad colérica que es retratada en la obra e intenta evitar que se cumpla el destino que le es revelado. Pero no se detiene a interpretarlo, lo enunciado por un oráculo es enigmático: la verdad dada no es clara, sino lo contrario, necesita que se le dé el significado correcto para entenderla. 

En conclusión, diré que Edipo, cegado por lo que le había dicho el Oráculo, sin pensar ni interpretar la situación y creyendo que sus padres eran quienes lo habían criado, decidió no regresar nunca a Corinto para huir de su destino. Y lo que hizo en realidad fue avanzar ese lejano futuro. 

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Como dijo Jean de la Fontaine:

“A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo.”